Año de la fundación: Las primeras referencias datan de 1603 (ver historia de la hermandad)
Número de Tronos: 2, Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad
Vestimentas de las diferentes Concordias:
Penitentes del Santo Sepulcro: Túnica y capirote negros, con capa y fajín blancos. La capa cuenta con el escudo de la Hermandad sobre el hombro izquierdo.
Horquilleros del Santo Sepulcro: Túnica, pantalón y ceñidor negro, alpargatas blancas, borlas, escudo de la Hermandad sobre el ceñidor y una cruz de malta negra en la parte izquierda del pecho.
Camareras de Nuestra Señora de la Soledad: Traje de mantilla o de negro.
Horquilleros de Nuestra Señora de la Soledad: Túnica, pantalón, alpargatas y ceñidor negro, borlas, escudo de la Hermandad sobre el ceñidor y una “S” en la parte izquierda del pecho.
Acólitos: Túnica negra, roquete blanco y capelina negra en terciopelo.
Ciriales: Dalmáticas negras con galones de oro.
Incensarios: Totalmente de negro: morrión, túnica, ceñidor, pantalón, pañuelo, medias y zapato afrancesado (sin hebillas). De escudo, un broche en plata del Santo Sepulcro.
Historia
Las primeras referencias que se tienen de la Hermandad son del año 1603. En aquel entonces, estaban separadas: tanto la Hermandad del Santo Sepulcro como la de la Soledad pertenecían a la Hermandad de Disciplinantes, que tenía su sede en el convento de la Victoria, según el libro de memorias de la Hermandad de las Ánimas.
El 26 de mayo de 1729 la Cofradía de la Soledad encargó un sepulcro al maestro ebanista Juan Rubio, vecino de la ciudad de Granada. En el contrato que se firmó se incluyeron diferentes puntos, como que debía ser «como el que hay en la parroquia de San Gil de la ciudad de Granada”.
En el cabildo de 13 de mayo de 1774 se concede a la Hermandad de la Soledad permiso para la celebración de unos festejos de toros, con el fin de sufragar los gastos del bordado del manto de la Virgen.
Tras la desamortización de Mendizábal, las imágenes de la Soledad y del Santo Sepulcro pasaron junto a sus respectivas hermandades a la Iglesia Mayor en 1841. En la noche del 19 al 20 de julio de 1936, durante la Guerra Civil, ambas imágenes fueron quemadas, al igual que todas las que se encontraban en el templo. Después de la Guerra, ambas hermandades se reorganizaron. Así, se adquirieron las imágenes actuales.
Hasta el año 1960 aproximadamente las imágenes se guardaban todo el año en el convento de Santa Clara, por lo que unos días antes del Viernes Santo se llevaban a la Iglesia Mayor. Cuando el desfile procesional terminaba y llegaba a dicha iglesia, continuaba hasta el citado convento.
Los penitentes de dicha hermandad iban vestidos con túnica, capirote y fajín negros, sin que llevaran capa.
A finales de la década de los 60 se fusionaron las dos hermandades en una sola: la del Santo Sepulcro absorbió a la de la Virgen de la Soledad, ya que esta tenía muy pocos hermanos.
Sobre el año 1944 aproximadamente, se crean las actuales túnicas de la Hermandad del Sepulcro. Desde mediados de la década de los 70, los hermanos procesionan con farol.
Hermanos Mayores de la Hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad desde su reorganización después de la Guerra Civil:
Se sabe que en los años 1959 y 1962 el presidente de la Hermandad de la Virgen de la Soledad era Antonio Curiel Casero.
Adolfo Ramos Ramos: ¿?
Manuel López Collados: -1970
José Casanova Jiménez: 1970- 1973
Manuel Román Muñoz: 1973-1975
José Fernández Moreno: 1975-22 de junio de 2007
Juan Miguel Alba Cordón: 22 de junio de 2007- 23 octubre 2015
José Montoro Nieto: 23 octubre 2015 – actualmente
Titulares:
Jesús yacente en el interior del sepulcro.
Santísima Virgen de la Soledad.
Imaginería e Iconografía:
“El Sepulcro”, como popularmente se conoce en Loja a la imagen yacente de Cristo una vez descendido de la cruz y trasladado al Santo Sepulcro, es una talla realizada en los años 40 del siglo XIX por el imaginero granadino Benito Barbero Medina. Sin duda alguna esta talla, marca claramente las líneas maestra de la reconocida escuela granadina de escultura.
Jesucristo se presenta despojado de corona y clavos, con cabeza hacia delante, barbilla descansando en el pecho y piernas semiflexionadas. Cabe mencionar que fue Antonio Barbero Gor, hijo del imaginero que realizó la talla, quien llevó a cabo una de sus restauraciones en 1993.
En referencia a la Virgen de la Soledad, se trata de una imagen realizada en 1940 por José Ramos García. Esta dolorosa presenta una bella tez, nariz alargada y cejas arqueadas. En 1993 fue también Antonio Barbero Gor quien la restauró.
Finalmente, en 2012, ambas imágenes (Virgen de la Soledad y Cristo yacente) volvieron a ser restauradas por el veleño Israel Cornejo.
Descripción de los Tronos:
El trono del Santo Sepulcro fue construido en el año 1970 en El Padul (Granada) por Juan de Dios Moreno García. El precio fue de 70.000 pesetas. Es de madera policromada y dorada, y originalmente llevó luminaria artificial en sus esquinas con faroles-tulipas, hasta que se cambiaron a vela en 2005. También lleva cuatro ángeles pasionistas en las esquinas de la urna. Sobre el año 1991 se le hacen unas andas nuevas en Carpintería Sanjuán. Desde el año 1997 usa las que llevaba la Virgen de la Soledad.
En 2019 el trono estrenó importantes novedades. Además de la mejora de su estructura, se incorporaron varales de aluminio y seis garras de león que sostienen la urna del Sagrado Cristo Yacente.
La urna, de caoba y taracea y de estilo neobarroco, se atribuye al granadino Inocencio Molero Peche, que la fabricó en su taller de muebles situado en la calle Jardines de la capital granadina allá por el año 1940.
El trono es portado por 32 horquilleros.
El trono de la Virgen fue adquirido en el año 1973 a la Hermandad del Sepulcro de Archidona. Su precio fue de 80.000 pesetas. Es también de madera policromada y dorada, con adornos barrocos en las esquinas. El palio está sostenido por 12 varales. La luminaria es natural a base de candelería de velas. Fue restaurado y ampliado en 1996 por el lojeño Antonio Quijada Venegas. En 2015 el trono fue sometido a una profunda renovación. El taller de Juan Angulo de Lucena fue el encargado del proyecto de restauración y ampliación del trono y el nuevo palio de la Virgen de la Soledad. Se eliminaron las imperfecciones del trono y se amplió unos 50 centímetros de largo para permitir la instalación de dos varas de palio más (una en cada lateral), hasta contar con doce. El palio anterior se sustituyó por uno nuevo, compuesto por una elegante crestería de orfebrería dorada, bambalinas de terciopelo negro con un corte más recto y sobrio y corbatas en cada uno de los varales.
En 2019 se dio un paso más para engrandecer el palio de la Reina de la Soledad. Sus bambalinas se vieron enriquecidas con el bordado de sus 20 corbatas, una donación de otras tantas familias de la hermandad. Salieron del diseño del jiennense -aunque afincado en Granada- José Manuel Martínez Hurtado, y bordadas en su taller de Armilla.
A ello se le unió la incorporación de la ‘Gloria’ del techo de palio. La hermandad engrosó su patrimonio artístico con una obra de arte firmada por el granadino Juan Díaz Losada. La pintura, realizada en óleo sobre lino, refleja el momento de la transfixión de la Virgen, en la que la espada del dolor le atraviesa el pecho. Sobre el fondo de su altar, María Santísima se muestra rodeada de cinco ángeles o querubines, que simbolizan las cinco llagas de Cristo. Cada uno de ellos porta un atributo de la pasión. Se pueden ver los clavos, la lanzada, la corona de espinas, el INRI y el paño de la Verónica con la cara del Cristo del Santo Sepulcro.
El trono de la Virgen es portado por 50 horquilleros.
Prefiguraciones Bíblicas:
En el lugar donde lo crucificaron había una huerta y en ella, una tumba nueva, en la que todavía nadie había sido sepultado. Como era para los judíos el día de la Preparación y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.
San Juan 19: 41-42.
Patrimonio singular:
Dentro del patrimonio de la Hermandad podríamos resaltar varios enseres, sin incluir los tronos procesionales que ya de por sí son dos piezas de importante valor por estar realizados en madera tallada y dorada, con apliques y resaltes en orfebrería:
Dos regalos que le hizo el General Narváez a Nuestra Señora de la Soledad y que se conservan y se procesionan hoy en día a pesar de la antigüedad. Uno es el medallón con una pintura realizada a mano de la Virgen María enmarcada en una fina filigrana arabesca con diamantes que lo bordean, todo ello de gran valor artístico. Y el otro, el manto que procesiona, de terciopelo negro con bordados en hilo de oro. El bordado fue traspasado a otro manto por las religiosas del convento de la Purísima Concepción de las Hermanas Dominicas de Jaén, en el año 1981. Estos regalos datan aproximadamente de 1857.
De más antigüedad que estos también se posee algunos, como la diadema dorada que luce la virgen en algunas ocasiones en el camarín y los ángeles pasionistas que la acompañan. De estos últimos no se sabe su datación exacta pero tienen varios siglos de antigüedad según los informes de los expertos que los han restaurado. Tienen gran valor artístico, además de ser de lo poco que conserva la Hermandad anterior a la Guerra Civil, cuando por desgracia se perdió casi todo del patrimonio que poseía. Otro elemento de orfebrería destacado es el remate del cetro de hermano mayor, dorado y con forma de la urna del Santo Sepulcro.
Igualmente, y como nota curiosa, se poseen los ochos incensarios que portaban los ‘Enterraores’ con anterioridad a 1900. Se encuentran en perfecto estado y han sido utilizados en algunas ocasiones para actos de la Hermandad. Otra obra de gran valor es la saya y bocamangas de salida de la titular mariana, bordada en oro y estrenada en el 2009.
Otros enseres:
Curiosidades:
La ‘Virgencilla’
La Virgen de la Soledad era conocida popularmente como la «Virgencilla» por su pequeño tamaño. Era portada en el pequeño trono que posteriormente perteneció a San Juan de la Palma.
Procesión oficial
La Hermandad protagoniza la procesión oficial de la Semana Santa de Loja, como le otorga la Real Orden del 4 de abril de 1805 emitida bajo el reinado de Carlos IV. Tal distinción fue refrendada de forma oficial por el Excelentísimo Ayuntamiento de Loja el 22 de enero de 2019.
Maceros
Como procesión oficial, en el cortejo participan los miembros de la Corporación Municipal, precedidos por la figura de dos ‘maceros’, personajes históricos recientemente recuperados que “escoltan” a los concejales del Ayuntamiento en los desfiles oficiales de la ciudad. El traje de macero está compuesto por un tabardo o túnica y gorra de terciopelo con pluma y mazas de plata.
Incensarios
La ‘corría’ de incensarios de la hermandad, conocida como ‘Los Enterraores’, es una de las tres primitivas de la Semana Santa lojeña.
Bajada al barrio de El Puente
Hasta principios de la década de los 70 el desfile procesional bajaba hasta El Puente, siguiendo el mismo recorrido que hacen en la actualidad las hermandades del Viernes Santo por la mañana. Este itinerario se cambió debido a la poca presencia de público que asistía en esa parte del recorrido.
Salida Sábado Santo de 1995
Como algo excepcional, la Hermandad salió en procesión el Sábado Santo de 1995. Ese año, diluvió el Viernes Santo por la noche y se tomó la decisión de que se saliera el sábado Santo por la tarde después de haberlo consultado y obtener el permiso de D. Manuel Torres, párroco de la Iglesia Mayor. La procesión debía estar recogida antes de las 11 de la noche para que se pudiese preparar la misa de la Vigilia Pascual. En este caso, la Hermandad del Cristo de la Salud no acompañó.
Revista A Paso Lento
Entre los años 2008 y 2017 la hermandad publicó su propia revista, ‘A paso lento’, convirtiéndose así en la primera cofradía de la ciudad en tener publicación propia anual.
Patrimonio musical propio:
No dispone
Horario e itinerario:
(Salida) 21:00 Iglesia de la Encarnación · Real · (Incensarios) Pza. de la Constitución · Duque de Valencia · Tribuna oficial 22:00 · Cuesta de la Posadilla · Pza. de la Virgen Blanca · (Especial interés) Tamayo · Pilar del Calvo · Puerto · Preceptores · (Especial interés) (Incensarios) Santa Catalina · Reyes Católicos · Cuesta del Arca · Pza. de la Victoria · (Incensarios) Carrera San Agustín · Duque de Valencia · (Incensarios) Pza. de la Constitución · Real · (Llegada) 02:00 Iglesia de la Encarnación · (Recogida) 02:45.
Descripción del itinerario con los puntos de más interés:
Paso por Tribuna Oficial (curva cuesta de La Posadilla)
El cortejo del Entierro de Cristo discurre por Tribuna Oficial con rectitud y compostura. En la curva con la calle Posadilla la emoción se dispara gracias a los horquilleros, que hacen un esfuerzo extra para dar el giro de forma elegante.
Calle Tamayo
Lugar privilegiado en donde se puede apreciar en su totalidad la composición del Santo Entierro.
Cuatro Esquinas
Las estrechas calles del Barrio Alto regalan otros de los momentos más íntimos y especiales debido a la cercanía de la gente.
Recogida y encuentro
En los últimos metros de vuelta a la Iglesia el escenario cambia por completo. El alumbrado público se apaga completamente desde el Ayuntamiento para dar al cortejo más recogimiento todavía.
En la puerta del templo se produce el encuentro entre Hijo y Madre, con los tronos frente a frente y la única luz de las velas y candelaria. El consiliario de la hermandad realiza una última oración de despedida.
Texto redactado por la Hermandad
Fotos cedidas por el área de turismo – autor: Mariano Anguilera